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  • Julio Blas

EL CINE SE HACE SOSTENIBLE

La jornada del sello verde de la academia marca la línea base para las producciones

El pasado miércoles 16 de diciembre se celebró en la Academia de Cine la Jornada del Sello Verde, una certificación creada de forma específica para la industria audiovisual cinematográfica.

Se presentó el documento que sirve de guia para aplicar prácticas sostenibles en las producciones y lograr reducir la huella de carbono y compensarla. Una iniciativa que no es nueva. Ya en Reino Unido la cetificación Albert lleva trabajando la RSC desde 2011. Incluso antes, en 2010 la Green Production Guide estableció su primer método para hacer las producciones más sostenibles.

En España ya surgió de la mano de Promálaga una de las primeras iniciativas.

Lo que ocurre es que el cine ha ido tarde. Y el audiovisual general, también. Mientras que las grandes compañías de difusion de contenidos como Atresmedia o RTVE ya tenían prácticas de Responsabilidad Social Corporativa, se dedicaban de forma exclusiva al ámbito social de la sostenibilidad, sin entrar en cuestiones medioambientales de sus producciones o aún menos, de gobernanza ética.


Estas cuestiones llevaban años implementándose en otras industrias como la energética, minera, transporte. Pero el audiovisual, estaba lejos de este asunto. Curioso cuanto menos cuando, por naturaleza, ha sido una industria comprometida y reivindicativa. Además, la especial forma de producción plurisectorial, hace de ella un entorno en el que se hace necesario una visión sostenible.


El audiovisual en general (cine, televisión, industrial, publicidad) se nutre de sectores como la alimentación, el transporte, construcción, logística o energía. Necesita trabajar con interesados de distintas industrias para fabricar su producto. Eso implica que su huella depende de múltiples factores.

Además, en función de su producto, genera una huella de carbono extremadamente alta. Pongamos un ejemplo. Si construimos una fábrica y producimos botellas, la huella generada es muy alta, pero la amortización del producto en el tiempo también lo es.

Sin embargo, en la industria audiovisual, en muchas ocasiones movilizamos grandes cantidades de elementos, transporte, catering, energía, para producir un único producto. Es como si hiciéramos una fábrica para generar una sola botella de agua. Por eso, se hacía indispensable tomar medidas.


Una de las cuestiones que incluye el Sello Verde es la concienciación y sensibilización y es que una de las cuestiones fundamentales del green marketing es facilitar información para que el destinatario esté alineado con las prácticas de la empresa.


Aunque ha sido de las últimas industrias en adquirir prácticas sostenibles, la llegada del Sello Verde es una buena noticia. Queda mucho por hacer ya que se centra únicamente y de manera principal en la parte medioambiental, dejando de lado la gobernanza y la faceta social, igual que la homologación de proveedores. Pero es un buen comienzo.

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